DOÑA PERFECTA
Pepe Rey, joven ingeniero de ideas liberales, va a Orbajosa con el fin de conocer a Rosario, prima suya con la que, según voluntad de su padre, deberá casarse. Rosario vive con su madre viuda, Doña Perfecta Rey de Polencinos, y con su tío Cayetano. Hospedado Pepe en casa de su tía, no tarda en surgir la atracción amorosa entre él y su prima. El conflicto estalla al evidenciarse la diferenta de ideas entre el ingeniero y Doña Perfecta, integrista carlista. Don Inocencio, consejero y confesor de Doña Perfecta, interesado en casar a Rosario con Jacinto, hijo de su hermana María Remedios, intriga a su vez contra Pepe. Éste, que se ha visto obligado a abandonar la casa de su tía, planea fugarse con Rosario, pero María Remedios informará del plan a Doña Perfecta, que preparará con Caballuco, cabecilla carlista, el asesinato de Pepe. Esta muerte impune enloquece a Rosario…
MARIANELA
Marianela, joven huérfana y de pobres atributos físicos, sirve de lazarillo de Pablo, joven ciego y de cómoda posición social, de quien se enamora. Pablo, que sólo conocía el mundo a través de las descripciones que de él hacía Nela y de las abundantes lecturas que le hacía su padre y que Pablo recibía con avidez, jura a Nela que sus sentimientos hacia ella eran los mismos. Bajo la promesa de una vida juntos, Nela se entrega a la construcción de las más cándidas fantasías de vivir a su lado.
Golfín, médico de mundo que llega a las minas para visitar a su hermano se presenta a la vista del padre de Pablo como la encarnación de la providencia. Golfín es la única esperanza que posee Pablo para recuperar la vista. Después de varias vicisitudes, Golfín otorga a Pablo el don de la vista y con esto la esperanza de conocer un mundo lleno de maravillas. Ya una vez con la capacidad de ver, Pablo cree haber encontrado en la belleza de su prima a la mujer a quien prometió amor eterno, Marianela.
Marianela, sin poder reponerse del sobresalto que le produjo lo inevitable—el desencanto de su joven amigo—se entrega a…
GLORIA
Gloria viene de una familia de santos, con un tío obispo, un padre profundamente religioso y una tía no menos iluminada. Y justo va a enamorarse la chica de un judío, rescatado de un barco que choca en los imponentes arrecifes de Ficóbriga, fantástica urbe situada en las costas cántabras.
Pero Ficóbriga, que no existe físicamente, sí que representa a cualquier ciudad de las Españas aquellas, profundamente religiosas y respetuosas de lo santo, pero en realidad de una intransigencia atroz, capaz del pensamiento más estricto y carente de toda compasión hacia lo que no es correcto según ellos… Aunque en su interior se desarrollen las mismas pasiones, las mismas mezquindades, las mismas luchas de poder que en cualquier otro lugar.
Gloria, pese a su educación, sólo cree en la superficie; su interior se encuentra lleno de dudas, de crisis, de inconformismo por lo que ella misma considera sinsentidos. Surge entonces Daniel M., judío de rancio abolengo del que Gloria se enamora, y de esos amores nace un niño, que se mantendrá oculto….
TRISTANA
Don Lope, un anciano y rico caballero toledano, toma bajo su guarda y cuidado a una joven huérfana, Tristana, hija de una familia amiga. Tristana vive en casa de Don Lope un ambiguo papel, realiza las labores domésticas, ayudada por la anciana criada Saturna, pero al mismo tiempo es objeto de excesivos miramientos y atenciones por parte de Don Lope. Tristana, incapaz de soportar la sombría atmósfera de la casa, conoce a un joven pintor, Horacio, y se enamora de él. Don Lope, celoso, corta por todos los medios a su alcance la relación que une a ambos jóvenes. Como consecuencia de una grave enfermedad, a Tristana le es amputada una pierna…
